Real orden, circular, disponiendo no se consideren como actos oficiales las procesiones y solemnidades religiosas que se celebren en honor de los Santos Patronos y Vírgenes, bajo cuya advocación se encuentren colocadas las ciudades y villas.
Publicado en:
«Gaceta de Madrid» núm. 138, de 18 de mayo de 1930, páginas 1099 a 1099 (1 pág.)